Pasaban los minutos aquel día
y antes de salir me mentalicé
– Hoy va ser un gran día – dije para mi.
y realmente lo fue.
Habían pasado al rededor de veinte minutos y creí que ya no iba a suceder
– por favor, ya ha pasado un largo rato – dije en mi mente con ironía.
si, intentaba engañar a mi mente mientras que mi corazón hacía un fuerte ruido
lo oí desmoronarse
en ese preciso momento supe que a mi corazón no podía engañar.
Un fuerte nudo en mi garganta se hizo presente y las lagrimas no tardaron en llegar
y sin previo aviso, me convertí en esa chica sensible que no suelo ser.
– ¿Por qué lloras? ¡No llores, porque yo no estoy llorando, aun no me voy! – dijo ella
No dije palabra alguna porque simplemente no salían, solo la abracé y almacené ese pequeño instante en mi memoria.
Esos momentos que no queremos olvidar jamás. Conmovedores sentimientos y todo un lujo disfrutar de tu obra. Besos a tu alma.
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